«Con Itziar encontré un espacio de suave apertura, su curiosidad sincera hace que explorar diferentes temas sea siempre un recorrido lleno de aprendizajes. La delicadeza, la cercanía y la sencillez son constantes en sus sesiones por lo que es muy fácil encontrar el ritmo que uno mismo necesita. Si hay que buscar una palabra que englobe el proceso sería «natural». Explorar luces y explorar sombras, andar tramos sencillos y tramos desafiantes, toparse con bloqueos y con revelaciones; como la vida misma, pero en este caso en la compañía de una persona que desde el primer momento sabes que te va a cuidar. Es una tremenda profesional y una gran persona con la que aprender y progresar en tu propio proceso.»
A.M.
«Ir a terapia con Itziar me ayuda a ser y a conocerme mejor. Con el tiempo esto se está convirtiendo también en convivir y vivir con lo exterior de una manera más amable e íntegra. Ella es una aliada que potencia mi camino.»
O.M.
«Antes de acudir a ella, estaba viviendo una etapa convulsa, con un sinfín de pensamientos que
no me dejaban espacio para la tranquilidad en mi cabeza: muchos cambios profesionales con
sus respectivas decisiones, responsabilidades, y miedos y ganas a partes iguales; tomando decisiones de mi vida personal importantes (…).
Itziar en ese momento me guio en sesiones de acompañamiento psicológico; fue un camino
difícil, revuelto, con bandazos y cambios de dirección, sesiones de descubrimiento que a día de
hoy sigo emocionándome al recordarlas, viajes al pasado para comprender mis emociones,
aprendizajes de que no era culpable de mis sentimientos, visitas a los recovecos más
profundos de mi mismo que me daban miedo… y por supuesto, sesiones de fortalecimiento
mental que me permitían sentir que era más que suficiente, que no había nada fuera de lo
normal en mi cabeza, momentos de felicidad cuando comprobaba los avances semana tras
semana, días con las baterías tan cargadas que salía de las sesiones sonriendo durante horas…
generando por primera vez en mucho tiempo, un sentimiento de calma maravilloso.»
I.M.
«Llegué a ti, muy perdida, en una situación lamentable para mi amor propio. Con mi único foco, otra persona, sin entender nada de lo que me pasaba. Ahora años atrás lo pienso y me diste comprensión, ejercicios para esos momentos de crisis. Me dejaste que cayera para que yo aprendiera a no hacerlo más. Me empoderaste desde el amor a los demás pero primero a mi misma. No me juzgaste, me escuchaste y me decías cosas que no quería escuchar desde la
serenidad y el amor. Estuviste a mi lado cuando ni yo misma estaba. Me apretaste la mano cuando no tenia ni como seguir.»
L.B.