No, no es el nuevo hit después del “Despacito” ni un baile que viene a sustituir al twerking. Tampoco es un plato de comida china o un tipo de masaje tailandés, a pesar de que su origen sea asiático. Es mi propuesta para el comienzo de este nuevo curso escolar, porque, aunque hace ya años que dejamos los pupitres, estas son fechas de ilusiones, comienzos, propósitos y nuevos proyectos para todas/os.

Lo típico: que si apuntarse al gimnasio, quedar más con los amigos, leer más, comer mejor, ser más organizado/a… Y ya si se te ha ocurrido leer a Stephen Covey este verano, incluirás también en la lista los 7 hábitos para ser una persona altamente efectiva.

Con los propósitos pasa como en el instituto o en la universidad: tienes dos convocatorias; la oficial en septiembre y la extraoficial en enero para los que han desfallecido por el camino. Bueno, pues Sukha – Dukkha pretende ser una alternativa para vosotras/os, repetidores, que año tras año os presentáis a los mismos propósitos y siempre acabáis suspendiendo.

Los términos sáncritos Sukha y Dukkha tienen varios significados, entre ellosbuen espacio” y “mal espacio respectivamente. Por Sukha puede también entenderse la satisfacción, el júbilo o la felicidad, mientras que a Dukkha se asocia el sufrimiento, el dolor, el hastío, la angustia… En Yoga se trata de aprender a transitar de Dukkha a Sukha, del sufrimiento a la satisfacción, del espacio cerrado al espacio abierto. Cuanto más espacio ocupa Dukkha, menos queda disponible para Sukha, lo que la sabiduría popular ha venido a definir como “que salga lo malo y entre lo bueno”, en definitiva.

Muchas veces nos enfocamos en Sukha con ansia, anhelamos la alegría, la tranquilidad, el orden, la paz… Nos prometemos aunar todos los esfuerzos posibles por alcanzarlo y definimos listas de objetivos para no cejar en el intento. Esto está muy bien y es importante saber ponerse objetivos, pero no debemos olvidar el papel de Dukkha, por el cual el espacio ocupado por el odio, el rencor, la violencia, el arrepentimiento, etc. no está disponible para ser ocupado por la luz de Sukha, de lo nuevo, del bienestar.

Poniendo un ejemplo muy visual, parece claro que en un recipiente repleto de piedras no podremos meter conchas de mar. Si queremos introducir las conchas en el recipiente, tendremos que sacar primero las piedras. Sí, es de Perogrullo. Pero, volviendo a tu vida, ¿cuántas veces has cambiado un gimnasio por otro, una agenda por otra, una dieta por otra? O sea, ¿cuántas veces has cambiado las conchas en vez de sacar de una (maldita) vez las piedras? 

Otra de las enseñanzas del Yoga nos dice que, además, una vez que nos hemos liberado de Dukkha, Sukha viene por si solo. De hecho, la consigna a la hora de respirar es tomar consciencia y control de la expiración para liberar bien el espacio, puesto que el aire ya se encargará por sí mismo de llenar nuestros pulmones sin necesidad de intención consciente. En este sentido, antes de intentar meter grandes propósitos y hábitos en tu vida a cascoporro, observa si tienen cabida o si, por el contrario, los viejos trapos bloquean la entrada.

Entonces bien, ¿cuáles son tus piedras? ¿cuál es tu Dukkha? ¿de qué necesitas liberar tu vida para que se genere el buen espacio? Pueden ser pensamientos, emociones, relaciones, roles, etiquetas, patrones de comportamiento, etc. Si crees que te puedo acompañar en el proceso de identificar tus piedras y comenzar a soltarlas, estaré encantada de que avancemos juntos/as.


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